El hogar de Marla estaba en Valparaíso, Chile, entremedio de las complejas y enredadas calles del cerro cordillera, su casa por fuera no era muy atractiva a la vista, pero en su interior estaba decorada con aires pintorescos, cuadros refrescantes y colores alegres, 2 piezas, 1 baño, 1 living comedor espacioso, 1 cocina grande y un patio con vista a la región, una de las mejores vistas del cerro, allí se veía desde la curva hacia playa ancha hasta las dunas en con-con. Marla vivía solo con su madre de nombre Verónica, ¿y su padre?, su padre fue un marino mercante, falleció en un accidente en las costas de Australia cuando Marla solo tenia 5 años. La vida de Marla con Verónica era dinámica, sufrían de altos y bajos, peleas continuas y reconciliaciones remotas, ambas de carácter fuerte, difíciles de llevar y enraizadas a sus convicciones.
Aquel día Marla llego a su casa con sed, es lo que provoca el subir el cerro a pie. Su madre siempre le dejaba un jarro con jugo en la nevera, por lo que ella por costumbre fue hasta la cocina. La cocina de Marla tenia lo básico de cualquier cocina chilena con una mesa al centro, siempre desocupada y limpia, acompañada de bancos de madera, cuatro en total, también tenia una entrada de luz en el techo y 4 ventanas pequeñas encima de la puerta que daba al patio, ventanas multi-colores como la de las cátedras que daban un aspecto glorioso y rustico a la habitación, aquella era la parte favorita de Marla, allí tenia unos parlantes y una tele pegada a la pared para echar a andar su ocio. Marla tomo un vaso y se sirvió, tomo un trago largo y respiro exasperada, luego se saco su mochila y también enchufo su mp4 a los parlantes, aquello era un rito, el cual hacia todo los días. -LIBROS!- pronuncio en vos alta mientras abría la mochila y sacaba de allí el libro que tomo prestado de la librería, mientras su mp4 al escuchar la palabra "libros" busco la lista de reproducción para tal palabra, enseguida empezó a sonar I am alaska. Mirando el libro de tapa dura y color verde musgo con un aspecto viejo pensó, que no compraría ese libro ni por obligación, abrio el libro para darle una oportunidad y adentro una leyenda decía - 7 dimensiones, 7 estados, 7 guerras, 7 mundos que solucionar- .
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